Terminó el torneo de “recién llegados”
Acaba de finalizar el Andalucía Valderrama Masters. “Masters” con letra “ese” al final porque procede “supuestamente” de “maestros”, por más que algunos (incluidas autoridades) se empeñen en cambiarle el nombre.
Ya lo habíamos comentado aquí alguna vez. El torneo surge de un almuerzo entre los entonces, recién llegados a sus cargos, Luciano Alonso consejero de turismo de la Junta de Andalucía y Felipe Ortiz Patiño, presidente de Valderrama. Por aquel entonces, y tras el anuncio oficial de Volvo durante el torneo, ambos se sintieron un tanto “despechados” y humillados por la unilateral decisión de la firma sueca y su entonces también novato presidente Per Ericsson, que no estuvo tampoco especialmente brillante. El sueco acababa por su parte de recibir entonces la difícil papeleta de continuar con la labor de Mel Pyatt, autentico artífice de la relación de Volvo con el circuito europeo y Valderrama durante 20 años. La química sueco-andaluza, sencillamente no se dio. Más bien todo lo contrario. Volvo, seguramente de forma torpe, consiguió que la Junta pasara en los días que duró el último Volvo Masters, de aliado a enemigo, y el nuevo torneo empezó a fraguarse en ese preciso instante, pasando la marca sueca a ser “palabra prohibida” entre los cargos de la consejería.
Esta actitud, más bien pueril, quedo contrastada en 2009 primero, con la evidente y completa ausencia de Andalucía y resto de instituciones en la celebración del nuevo Volvo Mundial Match Play (en el que Volvo, IMG y Finca Cortesín invertían más de 7 millones de euros para traer un nuevo torneo mundial a Andalucía) y sobretodo en la “sombra”, disputando entre ellos semanas del calendario al European Tour a final del pasado 2009. Finalmente la Junta se hace con la fecha y en Diciembre anuncia aquello de “por fin es nuestro” para quedarse con la tradicional semana del Volvo Masters que en 2009 había sido la del torneo en Finca Cortesín. Volvo poco después se vio obligada (el calendario de la Fedex Cup impone mucho en este caso) a posponer su evento de 2010 y buscar fechas supuestamente mejores, pero al menos más estables, en Mayo de 2011.
Seis millones de euros y diez meses después, llegamos al torneo celebrado la pasada semana en el campo sanroqueño. En general el resultado, dado que parece ser que en Agosto las partes aún se cuestionaban su celebración, ha sido bastante razonable. Hemos tenido suerte con el cartel, suerte con la climatología, suerte con que dos españoles se mantuvieran el Sábado con opciones y sobretodo suerte con el ganador que es de lo mejor que podíamos esperar para abrir el palmares. Poco público, pero tal vez razonable el Domingo al menos, dada la escasa promoción que se ha hecho.
Otra cosa es si este es el “gran” torneo del que todos no cesaban de hablar o si la inversión (no olvidemos que es la mayor partida con creces de inversión pública en la promoción del golf) resulta o no rentable. Soñando, soñando a uno le da por calcular que si en vez de tres (en realidad deberían haber sido cuatro este año) se aunarán esfuerzos y celebráramos sólo uno pero de mayor dimensión, no tendríamos de verdad, el torneo de talla mundial del que tanto se hablaba.
