IGTM – donde unos aciertan y otros pagan

noviembre 22, 2010 |  por  |  Golf como negocio, Opinion

Una edición más se ha terminado la International Golf Travel Market de la que ya hemos hablado aquí en el pasado. La mayor feria de touroperación de golf del mundo no deja de crecer cada año desde hace una década gracias a la alianza entre la IAGTO (una empresa privada con nombre de asociación de touroperadores) y Reed Exhibition (la mayor organizadora de eventos turísticos del mundo, incluida la WTM entre otras). El primero se beneficia vendiendo cuotas de socio anuales y sobretodo ganándose la representación de la touroperación mundial de golf y la segunda vendiendo metros cuadrados, agendas de citas y el patrocinio de cualquier cosa que se pueda patrocinar.

Dado el nivel que la feria ha ido adquiriendo se ha pasado de “pagar a cobrar” por albergarla ya que, en teoría, es itinerante y mueve a más de 1000 acreditados, de los que en torno al 30% se supone son touroperadores de golf.

En esta edición, el primer día, un delegado nigeriano nos decía en el ascensor del hotel… “malaga is better” en clara alusión a que le gustó más algunas de las pasadas ediciones. Lo cierto es que el chofer por la mañana, que se perdió de camino, no hablaba nada de inglés al igual que la camarera del desayuno en el hotel o algunos de los recepcionistas. El impacto turístico extranjero en la capital es menor que en otros destinos y la IGTM es una feria ideal para llevar a “paraisos artificiales” en los que los operadores se imaginen a sus clientes (en gran mayoría britanicos y centroeuropeos) en entornos idílicos para jugar al golf y beber y comer en restaurantes internacionales.

Considerando el enorme esfuerzo e inversión que supone (sólo piensen en que al menos 400 de esos delegados se alojan y trasladan gratís durante 5 días), no tengo claro que Valencia haya salido ganando demasiado. Tal vez Alicante hubiera sido un destino mucho más lógico como oferta de golf internacional, pero seguro que la política ha podido más que la razón otra vez.

Fuese como fuere en la feria este año más de lo mismo. Como en pasadas ediciones las mesas (no son stands como tal) de algunas regiones españolas y en particular de Andalucía, bastante descoordinadas y desangeladas. La anarquía habitual por la que se ve como cada empresa a contratado en distinta fecha y de forma independiente, a pesar de ser, por mucho, quienes más mesas de delegados aportan, incluso en este año de recortes. Algún nexo común en algunas provincias pero casi nada que venda como destino. Cada uno hace la guerra por su lado y como puede.

Mientras, otros paises como Portugal, volvían a darnos una lección con dos hileras de mesas idénticas de sus dos destinos de golf, Costa de Lisboa y Algarve, con una pequeña barra que servía café y cerveza portuguesas en horas alternativas y gestionaba vasos y agua para cada una de las mesas de los profesionales. Sencillo pero muy profesional.

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Kenia como destino emergente además de una hermosa decoración y regalos, preparó unos cócteles (el alcohol es siempre un magnífico reclamos en esta feria) que atrajeron a muchos a mirar con algo más de detenimiento su oferta. Sudáfrica regaló una vuvuzelas (ideales para llevar a los niños) numeradas que sirvieron para un sorteo de un viaje de 10 días con todos los gastos pagados y Argentina una vez más, a base de empanadas y vino de su tierra, reunía a decenas de delegados en una de las jornadas, con diversos sorteos.

Siendo una feria profesional, es cierto que estas pequeñas acciones no tienen porque marcar una diferencia en el volumen de negocio real. Esto no es ni Fitur ni la WTM, pero la ausencia más absoluta de creatividad y coordinación, es probablemente también un claro reflejo de donde está la industria turística española del golf actualmente: “bloqueada”. Mientras otros destinos siguen arañando clientes nosotros parece que estamos resignados a esperar a que “deje de llover” como si no tuviera que ver con nosotros. Como si nuestras batallas de precios, ofertas de última hora y demás no fueran parte del motivo. La competencia desleal de los establecimientos para con los touroperadores e intermediarios es hoy más voraz que nunca y todo es un “sálvese quien pueda”. No hay respeto, no hay coordinación y así parece muy difícil que haya “destino”, que es lo que hay que vender en los mercados internacionales.

El año que viene a Turquía, algo que creo será positivo para España como destino a largo plazo.


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